15.11.11

LA MOMIA VIVA E INMORTAL
DEL V.M. SAMAEL AUN WEOR

Muchos serán los que pondrán en duda todo lo que aquí se relata. Ante la vivencia, las dudas de los demás poco poder tienen. Vivencia directa es fe verdadera…


Osiris significa “más allá de las profundidades”, más allá de los Deseos y de la Mente. Cuando retornamos al Padre Osiris, a la Madre Isis y al Íntimo Horus, la tríada queda completa, perfecta, queda Auto-Realizada. Esta es la Resurrección de los Muertos, pues aquí tenemos Muerte y Resurrección.



Yo estuve Reencarnado en la tierra sagrada de los Faraones durante la dinastía del Faraón Kefren. Conocí a fondo los Antiguos Misterios del Egipto Secreto y en verdad os digo que jamás he podido olvidarlos.

Hay dos clases de momias, una de ellas corresponde a los muertos cuyo cadáver fue sometido a los procesos de momificación y la otra clase a los muertos en estado de "catalepsia".

Había un secreto muy especial sobre la momificación, le tenían que sacar el cerebro, vísceras y corazón y éstos se conservaban en vasos sagrados y en el lugar donde quedaba el hueco del corazón le ponían el símbolo de la Vaca Sagrada de Oro y los Atributos de Hathor. Los cuerpos se conservaban gracias a que los egipcios mantenían el Cuerpo Etérico. Utilizaban vendajes muy sabios sobre los Chacras, en las palmas de las manos, en la curvatura de los pies. La miel de abejas ayuda a conservar la momia; y sobre ésta se ponían Genios Elementales a cuidar la momia y los mismos eran puestos bajo la protección del Genio de la Tierra Keb.

Aunque mis palabras puedan parecer enigmáticas y extrañas en verdad os digo, que mi Cuerpo Físico no murió y, sin embargo, fue al sepulcro. Hay otro tipo de momias, el de la catalepsia. Mi caso no fue ciertamente una excepción; muchos otros Hierofantes pasaron al sepulcro en estado cataléptico.

Que ese tipo muy especial de momias continúen vivas y sin alimento alguno, pero con todas sus facultades naturales en suspenso, es algo que en modo alguno debe sorprendernos. Recordad que los sapos durante el invierno, sepultados entre el lodo, yacen cadavéricos sin alimento alguno, pero en primavera vuelven a la vida. ¿Habéis oído hablar sobre hibernación?

La Catalepsia Egipcia va mucho más lejos; además está sabiamente combinada con la Magia y la Química Oculta.

Es obvio que mi Alma se escapó del cuerpo; es incuestionable que ese tipo muy especial de momificación no fue óbice para continuar mi ciclo de reencarnaciones. Después de mi muerte, mi Alma podría reincorporarse definitivamente en esa momia si TUM (el Padre) así lo quisiera.

Entonces tal cuerpo saldría del estado cataléptico definitivamente y mi Alma vestida con esa carne podría vivir como cualquier persona, viajando de país en país. Volvería a comer, beber, vivir bajo la luz del Sol, etc., etc. Dicha momia sería sacada definitivamente de entre el sepulcro a través de la Cuarta Dimensión.
La Sabiduría Azteca y Egipcia fue Atlante y a su vez Lemúrica. Los Lemures y Atlantes eran gigantes, construyeron las grandes pirámides de Egipto y San Juan de Teotihuacan.

(Del libro Tarot y Kábala del V. M. Samael Aun Weor)

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Hace algún tiempo, los Guardianes del Santo Sepulcro, me dijeron: «Sabemos que te vas. Mas antes de que te marches, debéis dejarle a la humanidad, los mapas del camino y tus palabras».

Y yo, respondí diciendo: «Eso es lo que haré». Desde entonces me comprometí solemnemente, a escribir, este libro de Las Tres Montañas.

Regresaré cuando la levadura fermente. Y dentro del fuego y de las llamas rescataré, a aquellos que hayan eliminado el 50 % del ego animal.

Ahora, soy una serpiente emplumada. Ahora tengo que soportar, pacientemente, las situaciones de dolor, porque cada partícula, cada átomo tiene conciencia, y al liberarse esta conciencia, de cada partícula, de cada átomo, de cada molécula, de cada célula para que se impregnen, se integren, se absorberán en el ser.

Ese preciso momento del desprendimiento de cada partícula de conciencia es un jalón que produce un momento de dolor.

Este proceso simboliza al águila devorándose a la serpiente,  como está en el escudo Nacional de México.

Soy un avatara de Ishuara quien es el supremo maestro, un puras muy especial, excepto de sufrimientos, él es maestro incluso de los antiguos maestros, no está limitado jamás por el tiempo; la palabra que lo manifiesta es “Aun”, que significa, Voluntad de Dios.

Y vino a mi Ishuara, escribe libros me dijo, folletos y Tijitlis. Señor y que significa esa palabra Tijitlis. Formar el ejército de salvación mundial, el movimiento gnóstico, la iglesia gnóstica, etc, así dijo el Señor y yo comprendí. Ishuara es el maestro de maestros, el gobernador del universo, en Él se hace infinita esta Omnisciencia, que en los otros existe solamente en germen.

Tengo mi momia viva, un cuerpo físico inmortal, regresaré con ella del Shangrilla del tibet Oriental, con un grupo de hermanos al final del katun trece (año 2042- 2043), para iniciar el Gran Éxodo y dentro del humo y las llamas, rescataremos a aquellos que hayan trabajado realmente sobre si mismo.

Samael Aun Weor

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En el año de 1.977, fui invitado por el maestro Samael a desayunar, sentados cómodamente, alrededor de la mesa circular de color blanco, ante la presencia de la abuela, una hija y de algunos hermanos gnósticos dijo así el señor: «Iremos a laborar misionalmente a Europa, luego me retiraré por un tiempo a la isla la Non-Trabada, estaré en este lugar con los hermanos mayores, los rectores de la humanidad, por un tiempo, ahí precisamente en la Non-Trabada, descansaré por un tiempo, antes de mí partida al Shangrilla».

Y afirmando drásticamente con voz fuerte, decretó el V.M. Samael así para todos los presentes: «Y el que tenga entendimiento que entienda». Observé asombrado que ninguno de los hay presentes captó el mensaje de despedida del V.M.
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Otro día fuimos a Cuernavaca pequeña ciudad pintoresca alejada de la contaminación de la ciudad de México, a visitar un terrenito, ubicado en un lugar precioso.

Nos introducimos, en el patas de hule (como el V.M. Samael llamaba cariñosamente a su carro), Horus (se pronuncia aurus) hijo del Bodhisatwa al volante, y al lado la abuela alegre también en la parte delantera. El V.M. Samael detrás de la abuela, el que escribe a su lado izquierdo y a mi lado una hermana gnóstica. Platicamos deliciosamente en el viaje. El abuelo me dijo: «A ver, cuéntame una de esas experiencias que tuviste relacionadas con...»

De pronto Horus se emociona al volante y de 80 km/h. que es el punto que el V.M. Samael le dijo que llevara la velocidad, de un momento a otro le aceleró a 120 km/h.

El abuelo sintió la velocidad y le dijo con cariño tres veces: «Niño, niño, niño», llamándole la atención, a la que Horus obedeció al instante, reduciendo a 80 km/h la velocidad de patas de hule.

A mitad de camino paramos en un restaurante, era medio día (hora de comer) todos pedimos carne a la plancha menos el V.M. Samael.

El V.M. Samael, se paró de la mesa y me dijo ven hermano, me retire de la silla y lo seguí detrás de él hacia su carro patas de hule, que está estacionado a unos diez metros de distancia de donde estaba la mesa, yendo el abuelo delante de mí de pronto se regresó, y colocándose de frente a mí y para gran asombro mío, totalmente sorprendido le miro a la cara y exclamo con gran admiración y una gran sonrisa: «¡Maestro! su rostro se ve jovencito, más joven que el mío que tengo veintiséis años, lo mismo que su cuerpo, su apariencia es de un joven de veinte años».

El gran jerarca lleno de fuerza y potencia creatriz, "Samael el logos de Marte", con voz de trueno me dice: «Mi ser tiene el dominio de la plástica ¿como la ves hermano?». «Maestro –le contesté anonadado– su piel esta tiernita, juvenil, parece un muchacho, y hace un instante era un hombre de unos 58 años con una apariencia viril y potente de unos 40 años».

El patriarca repitió: «Mi ser tiene el don de la plástica». Luego ante mi presencia, tremendamente exaltado, lo vi transfigurarse a su edad normal. Estos son los poderes de un inmortal.
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Estando en el monasterio, el patriarca me llama por teléfono, y me dice ven inmediatamente, si maestro para allá voy (el monasterio está en Guadalajara México, se hace una hora en avión, hasta la capital Mexicana). Tomé lo necesario para el viaje, me despedí, delegue funciones, y parto luego para el aeropuerto, en 15 minutos sale el avión, compro los boletos, llego a México. Tomo un taxi, llego a la casa del Maestro, toco a su puerta, me abren, voy y saludo a la abuela, y me dirijo al segundo piso donde está la oficina del Gran Maestro Instructor, y guía de las Instituciones Gnósticas.

Después de los consabidos Saludos Gnósticos: Paz Inverencial Hermano –me dice el Señor. Paz Inverencial V.M. Samael –le contesto.
 
Lleno de alegría y felicidad nuestro patriarca irradiando luz purísima de color blanco por su cuerpo y todo su Ser; me dice: «Hermano ahora soy un auténtico inmortal, soy un inmortal» –pronunció con gran potencia el Ser del Ser, el Regente de Marte Samael.
 
«He logrado la totalidad de la inmortalidad en esta existencia, más casi la totalidad de la reincorporación de la momia egipcia en este cuerpo presente, tengo el don de lenguas, puedo hablar todos los idiomas de la tierra y de este universo».

Y volvía a decirme lleno de alegría: «Soy un inmortal. Te dije hermano hace 58 días, que en 58 días restablecería al Tercer Logos, y ya lo logré, por eso soy un auténtico inmortal».

«Maestro, ahora que voy a Europa a la misión, donde hay otros idiomas, usted con ese poder del don de lenguas no podría endosarme uno de sus idiomas» –se lo dije a manera de broma pero con un deseo real en la petición.
 
A lo que el patriarca me contesto con radical potencia de su verbo que salía del espíritu santo: «Cada cual es cada cual, eso lo tienes que lograr por ti mismo».
 
«Bueno maestro» –inclinándome ante el estilo tibetano le respondí–. Esta oración fue la voz en la interrelación, con el regente del planeta Marte y sus diversos planes del ser, que lo vi más feliz y dichoso que nunca.

Ahí cuando él me decía después de mandarme a llamar desde Guadalajara. «Tengo encarnado al Espíritu Santo», y el mismo Espíritu Santo como ave inmaculada de luz blanca Purísima me decía eso, Él me permitió a través de su presencia y el sonido de su verbo, ver la Majestad del Espíritu del Tercer Logos.

El V.M Samael dijo: «Regresare del Tibet oriental, del Shangrilla, con un grupo de hermanos mayores al final de los tiempos para iniciar el gran éxodo, y dentro del humo y las llamas rescataremos, a aquellos que hayan trabajado realmente sobre si mismos».

«Los conduciremos a la isla sagrada que está en un punto secreto del océano pacifico y allí se dedicarán los hermanos a la eliminación radical del Ego Animal».

El V.M Samael escribe en uno de sus libros: «Pronto me iré pero TUM, mi real Ser, tal vez me resucite dentro de mi tumba de mi santo sepulcro, y continúe con mi momia viva, el cuerpo inmortal» –explicó Nuestro Señor El Cristo Samael al que esto escribe, a través de la corriente del sonido de su verbo y lo dijo en conferencias: «Hay momias vivas, cuerpos inmortales en suspenso como en estado de catalepsia, también hay momias muertas».

«Las momias vivas se sostienen a través de los siglos por un gas precioso ubicado en el fondo vital de estos cuerpos».

«Un día de visita a mi sepulcro, que está ubicado en el desierto del Sahara, en Egipto, allá en el Valle de los Reyes donde se encuentran las tumbas de los faraones, penetré al interior del recinto funerario a visitar el cuerpo de mi momia para reanimarlo, y que constantemente tengo que activarlo y lo saco del sepulcro para ciertas actividades del Ser».

«Este recinto funerario está muy bien custodiado por guardianes de gran poder y jamás nadie, ni la pala de los arqueólogos darán con él».

«Esta tumba funeraria está sepultada por varios metros de arena del desierto y se encuentra a algunos metros de profundidad protegidos por verbos mágicos de gran poder».

«La tumba funeraria» –continuó diciéndome de labio a oído el Inmortal Samael, en una plática exquisita que tengo grabada en un casette– «es de forma rectangular; la puerta de entrada está en una esquina a la derecha y el recinto también es rectangular, descendemos a su interior por unos pocos escalones y nos encontramos en la gran tumba solar, que contiene doce sarcófagos y en su interior de cada uno de ellos, doce momias vivas, es decir doce cuerpos inmortales».

«Los seis sarcófagos que están de pie sobre la pared del recinto funerario, a la izquierda de la entrada, tienen cada uno ciertas inscripciones correspondientes a las características particulares de cada maestro que posee momia inmortal».

«Estos seis cuerpos que están en estos sarcófagos parados, son de maestros más exaltados que los otros seis cuerpos que hay en esos sarcófagos sobre el piso, exactamente al frente de los sarcófagos que están parados».

«El segundo sarcófago de la puerta de entrada es el mío, en el interior de él está el cuerpo inmortal de la momia que estoy trasplantando a este cuerpo que tengo aquí en México. En un tiempo determinado la totalidad de la momia viva inmortal se reincorporará y se fusionará con los valores solares y espirituales de los logros del ser logrados en esta existencia».

«Como verás hay un espacio amplio detrás de los seis sarcófagos acostados sobre el piso, y también un espacio adecuado en medio de los dos sarcófagos formando un pasillo».


También me dijo el maestro sobre los hermanos del recinto funerario, que un día de visita se encontró con una hermana que tiene una momia viva inmortal como la de él y que es de las exaltadas ya que su sarcófago está de pie; y me dice el maestro así: «¡Que te parece estas amistades funerarias! Esta hermana tiene en la actualidad cuerpo físico en los estados unidos. Por cierto me reclamó sobre una deuda, cuando andaba en la revolución, quiero decirte que en esa época el Ser Samael que mora en mí, utilizaba a la vez esta momia inmortal en ciertas actividades específicas».

Le pregunté al maestro Samael: «¿Y cómo se realiza el intercambio atómico?» –y el señor me contestó– «Una parte del Ser se encarga de este difícil y complejo trabajo del intercambio atómico, tu sabes que existen átomos arquitectos, ingenieros bajo la dirección del átomo Nous que habita en el interior del ventrículo izquierdo del corazón, en el mundo causal».

«Esta parte del ser a través de las inteligencias atómicas mencionadas, hace que se desprendan al mismo tiempo del cuerpo de la momia y del cuerpo mexicano, un átomo igual de cada uno de ellos. Ejemplo, si se desprende un átomo de cierta área del cerebro del cuerpo egipcio también se desprende un átomo del cerebro del cuerpo físico que está en México, y se dirige cada átomo al cerebro opuesto, cruzándose exactamente a mitad del camino. Cada que se desprende un átomo es un jalón que produce dolor, como verás, no estoy en un colchón de rosas».

El maestro realiza una pausa y solicita a la abuela (Dondita) que entra en ese instante a la oficina, le traiga un licuado de fruta fresca, y me dice el maestro: «Me produce mucha sed el intercambio atómico que ahora estoy realizando del estómago, por eso ahora tomo mucho agua de frutas frescas.
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Salimos con unos hermanos otro día y el Venerable Maestro Samael, a una nevaría donde vendían conos de sabor de fruta, solicitamos nuestro pedido, y el maestro como un niño se comió un cono doble saboreándolo exquisitamente, a la vez que recibíamos sus Sagradas Enseñanzas.

Lo miraba como a un niño, con esa bella sonrisa infantil que lo caracterizaba en ese instante, mientras dialogábamos alegremente. De nuevo el maestro pidió otro cono doble y se lo comió con gran gusto y ante mi asombro ¡pidió un tercero doble que al igual que el segundo se lo consumió al instante!

Riéndome con alegría y dicha ante ese coloquio maravilloso, le dije: «Maestro ¡parece un niño! ¡Ya lleva tres conos dobles!, ¿donde le caben?». A lo que el abuelo me contestó: «Mi estomago se calienta con el intercambio atómico y el helado refresca mi estomago».

Y con risa, alegría y felicidad, el Gran Abuelo continuó: «En verdad soy un niño, mi comportamiento es de un niño, como lo estás viendo. Tengo tres años de edad, no estas equivocado en tu observación, sí, tengo tres años de edad en este intercambio atómico, y poco a poco iré creciendo a medida que logre reincorporar a este cuerpo inmortal de la momia que traigo ahora y que tú ves, la totalidad de los átomos que me hacen falta y que se encuentran en el cuerpo mexicano que tengo en Egipto».

«Maestro, ¿cuanto tiempo se demorará el intercambio? –le pregunté. El abuelo contestó: «El intercambio durará como el crecimiento normal de un cuerpo físico».
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En otra ocasión en la casa de Nuestro Señor el Cristo Samael, los dos en su oficina privada, de donde él dirigía y gobernaba el Movimiento Gnóstico Internacional, me dijo lo siguiente: «Como quiera que el cuerpo que inicialmente viste aquí en México y que ya está en Egipto dentro del sarcófago debido al trasplante atómico, hube también, de trasladar la personalidad del mismo a la tumba para que estuviese con ese cuerpo».

«Ahora trajeado con este cuerpo inmortal egipcio, mi ser ha adaptado mediante el poder de la plástica el rostro de la momia al rostro que todos conocen (aunque el verdadero rostro del ser nadie conoce)».

«He tenido una gran sorpresa, mientras daba una conferencia llegó a mí la personalidad del cuerpo mexicano que tengo en Egipto. Se escapó del sepulcro, y como hay átomos en este cuerpo que todavía se relacionan con ella, vino a tomar control y mando sobre este cuerpo inmortal en que ahora me muevo y se expresa el Tercer Logos que tengo encarnado».

«Imperiosa vino la personalidad a mí a tomar mando de este cuerpo con la intención de dictar la conferencia, hube pues de reprenderla drásticamente indicarle que se trasladara a Egipto, mientras una parte del Ser continuaba dictando la conferencia».

«Rebelde la personalidad no quiso obedecer, por tal motivo otra parte del Ser hubo de trasladarla a Egipto, introducirla al recinto funerario, meterla dentro del sarcófago y amarrarla al cuerpo físico, mediante ciertos procedimientos mágicos».

«Ese cuerpo mexicano que yace ahora en Egipto y que todos conocieron aquí hace un tiempo en México está ahora como una hoja de una planta que se está secando, ya que le estamos extrayendo toda su vida para reincorporarla totalmente en este vehículo inmortal que tienes frente a ti».

Y continuó disertando el abuelo así: «Por eso el Cristo, el Segundo Logos, en Pistis Sophia indica que hay que eliminar hasta la misma personalidad ya que el Ser por si mismo y en si mismo no necesita de personalidad alguna, ya que Él es impersonal».
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(Nota: Invitamos a los hermanos, para mayor comprensión de este tema de la reencarnación superior, estudiar con su conciencia a la luz del fuego transmutado en la Fragua Encendida de Vulcano el tema la reencarnación, capitulo veinte del libro “El Matrimonio Perfecto”, escrito por el V.M. Samael, en especial el punto concerniente al tema concreto del gran lama Martes Lobsang Rampa).
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El Maestro tenía la costumbre de salir por las tardes y llegar ya de noche, a diferentes horas cuando no tenía compromisos en casa.

Un día el potente y viril maestro salió de su casa, y cambió de cuerpo físico. Dejo en un lugar específico la momia inmortal para regresar a su casa con el cuerpo que tenía en el sarcófago egipcio.

¡Si!, regresó con el cuerpo físico que conoció su esposa, hijos y hermanos gnósticos antes de iniciar el intercambio atómico con la momia viva; para que se cumplieran los designios, de la Gran Ley y del Destino que a todos nos rige.

¿Quien se dio cuenta de este cambio de cuerpo? ¿Quiénes lo notaron? Enigmas, enigmas, enigmas…

¡Si! El V.M. Samael, intencionalmente regresó con el cuerpo mexicano, al cual le había extraído casi la totalidad de los átomos, que a su vez había trasplantado mediante el intercambio atómico a la momia viva que ahora una parte del Ser utilizaba en Egipto o en cualquier otro lugar del mundo.

Es urgente que comprendamos íntegramente los hermanos gnósticos a nivel mundial, que el cuerpo físico que vimos y compartimos con el V.M. Samael, durante los últimos cuatro años era el cuerpo de la momia viva, y no el otro.

Poco a poco el cuerpo no inmortal que trajo de regreso de Egipto a México, a medida que continuaba el intercambio atómico con el cuerpo inmortal de la momia viva; comenzó a consumirse lentamente; al extraer el Ser Samael todos los valores anímicos, solares y espirituales.

El V.M. Samael trajeado con su cuerpo de su momia viva inmortal, extraía lentamente todos los átomos de ese cuerpo que se marchitaba y agonizaba lentamente ante la presencia de la hermandad gnóstica que lo rodeaba; y sufría humanamente debido a eso.

Con el último aliento de ese traje, ya inservible, y en el estado post-morten, durante los tres días de la velación, el maestro trasplantó a la momia inmortal los últimos valores de ese vehículo físico.

Por eso el Señor, a través de una parte del Ser que habitaba ese cuerpo agónico dijo o decretó que no le tocaran el cuerpo después de muerto, que no le hicieran la autopsia y que a los tres días después de la velación, lo incineraran.

¿Para que le sirve a un dios, un traje seco, marchito, como hoja de rosa deshidratada y seca? Pues para nada, ¿no es verdad?…

Así el V.M. Samael, en su sapiencia, retiró su cuerpo físico del escenario institucional.

Lo lamentable de la situación es que los seres que lo amaban, cercanos a él, intencionalmente dijeron con el verbo: «Samael se murió, el Maestro Samael esta muerto». Sentimiento totalmente equivocado, por falta de comprensión de la realidad de la doctrina gnóstica, por falta de Práctica de Autognosis.

¿Creen acaso ustedes hermanos gnósticos, que un Cosmocrator que tiene cuerpo planetario multidimensional que es Marte, con una Humanidad Cristificada, emanada de su propia llama logoica, Samael que habita sobre la epidermis del planeta Marte, ¡está muerto! porque desechó un cuerpo físico, que su Ser utilizó para realizar la gran Misión gnóstica que todos conocemos?

Se retira el Maestro con su cuerpo inmortal a donde tenia que ir, luego se traslada a la Non-Trabada, como el lo indicó y luego al Tibet, al interior del Shangrilla.

El Logos Marciano, como unidad múltiple perfecta su Ser, esta diluido en la materia y el espíritu de todo lo existente, por eso es que diferentes partes del Ser, del Maestro se manifiestan aquí, allá, y en todas las dimensiones del universo, como en el espacio interior, de cada uno de sus auténticos discípulos, y de la real hermandad gnóstica que lo ama, con hechos, practicando Auto-gnosis.

Este que escribe ha tenido tres encuentros con su momia inmortal, uno en lo físico y dos en el astral superior.

Doy testimonio público que Samael jamás murió, porque Él es eterno, sin genealogía, sin principio de vida, porque a existido, existe y existirá por toda la eternidad, por siempre jamás Amen.

Nuestro Señor el Cristo Samael, es la parte más elevada de nuestro Ser interior. Ha querido su voluntad divina, concederme el sagrado privilegio de mostrarme su momia inmortal, su cuerpo egipcio, de piel quemada por el desierto del Sahara, de color canela; de grandes ojos de color oscuros, corneas muy blancas y rostro fino. De complexión delgada, de casi 1.80 metros de estatura, de cuerpo sumamente ágil, cabellos obscuros; nariz fina y aguileña…

Abad Instructor Fernando Moya