26.10.16

"LA NATIVIDAD"
Su sentido esotérico

   ¿Cuál será la razón de ese esfuerzo tan especial, arraigado en las voces ancestrales de la tradición popular, de hacer que el periodo de la Navidad sea un espacio de tiempo especialmente señalado para abrir las puertas a la felicidad, la cordialidad, la esperanza y el Amor?



   A las 17:28 h. del día de mañana, jueves 21, tiene lugar el llamado solsticio de invierno en el hemisferio Norte de este planeta. El Sol deja de menguar su incidencia sobre la parte Norte del planeta para comenzar a aumentarla. El Sol alimenta la vida que fluye de dentro hacia fuera, desde lo interno hacia el exterior. La energía del Sol nos llena a nivel físico, emocional, mental y espiritual. Su radiación de vida es necesaria para nuestro desarrollo tanto físico, como anímico, como espiritual. Es en estos momentos cuando es de gran importancia elevar la nota vibratoria. El plano emocional hace de puente entre los niveles superiores y los inferiores. El tono vibratorio a nivel emocional ha de ser elevado a niveles lo más alto posible, con especial atención en este periodo de tiempo, desde esta fecha hasta el día de la epifanía, 6 de enero.

   La parte espiritual del Sol que nos alumbra en los cielos, haciendo reverberar por resonancia el Sol que alumbra nuestro corazón en nuestro interior, facilita mayormente su activación. Haciendo que se eleve lo más posible el estado emocional, este plano puede llegar a tocar el nivel espiritual con una emoción superior. En ese nivel espiritual está el Sol interior que nos alumbra, nuestro Ser, del cual nos hemos alejado demasiado. Esto facilita que la energía superior de nuestro Sol interno pueda descender al plano físico con más facilidad e intensidad. Comenzamos así el ciclo nuevo del Sol en nuestro interior, con la oportunidad de subir una octava más en nuestra escala particular del nivel del Ser. Año tras año, la semilla que llevamos dentro se va desarrollando y tarde o temprano da su fruto. Un día ha de llegar que nazca, en nuestro pesebre interior, nuestro Niño Dios, nuestro Salvador Intimo.

   Pese a que el día empieza a alargar minuto a minuto, no es sino hasta el comienzo del año cuando detiene su retraso de salida por el horizonte. A partir de ahí, con el comienzo del año, el Sol mantiene por unos días su horario de salida, hasta que un día de los primeros del año, a partir del sexto día, decide mostrarnos que el amanecer de la Luz puede ser adelantado en nuestro interior, entregándonos esa enseñanza con su progreso minuto a minuto a medida se suceden los días en el cada vez más temprano amanecer. El Sol toca con sus rayos de vida cada vez más temprano a partir de ese día, a aquellos que van a recibirlo en la aurora del nuevo día.

   Mente y corazón deben cubrirse de esperanza y alegría en días de la Natividad del Cristo-Sol. Todo es interior, todo es interno, todo se vive en el corazón. El comienzo marca el resto del ciclo. El comienzo del año tiñe de un color especial al resto del ciclo anual.

   Nada sabemos, prácticamente todo lo desconocemos. Las cosas suceden, pasan, ¿Cómo ocurren? ¿Por qué ocurren? Dios escribe recto en renglones torcidos. Gracias… gracias… gracias…

   Cuando parece que al estudiante más oportunidad se le presenta delante de sus ojos de poder avanzar en su crecimiento interior, como semilla regada por la lluvia brillante del Sol, en esos momentos es cuando también las dificultades aparecen con mayor intensidad. Hay que entender que cuando la Luz aparece con más fuerza, también su aspecto contrario, la Oscuridad, resurge con más intensidad. Saber discernir, comprender y saber polarizarse adecuadamente es fundamental. En el Amor se encuentra el remedio que todo lo puede. Las alas que nos permiten levantar el vuelo están hechas de Amor al Ser.

   Cuando más oportunidades se nos presentan en un sentido, más impedimentos aparecen en el otro. Malo sería que “no” se nos presentaran oportunidades para crecer… Deducimos entonces que en sí mismo, los impedimentos conllevan oportunidades.

   Persigamos lo que anhelamos, agarremos lo que buscamos… pidamos, pidamos, pidamos. No permitamos que lo que nos condena se refuerce en nuestro interior. Luchemos por dar un paso más hacia los niveles más elevados del Ser… No le demos tregua al enemigo secreto. Demos gracias por poder conocer, por poder entender, por poder Amar, porque muchos, muchos, aun queriendo, no podrán…

   ¡QUE LA FUERZA CRÍSTICA DEL SOL QUE NOS RENUEVA EN SU NUEVO CICLO, ALIENTE TU CRECIMIENTO INTERIOR!

OMNIS AUM


   Para vosotros, Maria José, Arantxa, Jesús, Jose, con mi cariño, con el Amor de mi Ser.

   «FELIZ NATIVIDAD DEL CRISTO SOL QUE BUSCA RENOVARSE UN AÑO MAS EN NUESTRO TEMPLO DEL CORAZON»